¿Qué pasAría Si una Señal fuEra Un acTo De Cuidado coLectivO?

Oaxaca. Año 2054


Letreros que no avisan peligro, ni amenazas, ni propiedad: convocan deseos.
Un taller que se convirtió en un ejercicio para recuperar la imaginación como gesto vulnerable y crítico: dibujar señales de un 2054 más habitable.




Necesidades cotidianas convertidas en deseos compartidos. Explorar, descansar y reciclar son cosa seria. En estas calles, un letrero no dice “Prohibido jugar”, sostiene el “Juego libre”.




Una exhibición con fragmentos de un 2024 que en el futuro parecen extraños: el uso de plástico desmedido, calles ahogadas en humo de motos, datos sobre progreso... Treinta años después, cuesta creer que aquello fue rutina, que se vivió en un modelo que consumía territorio y cuerpo. 




“Atreverse a pensar en esos otros posibles territoriales y ambientales, con la certeza de que serán descalificados por muchos como localistas, insuficientes, no realistas o románticos, es en sí mismo un acto político importante.”

— Arturo Escobar, Autonomía y Diseño (2018)



Estos letreros, dinámicas y lugares no son instrucciones ni planos, ni predicen nada. Solo buscan dibujar una pregunta: ¿Cómo rehacemos lo común desde lo local?